Una fría noche.

Una fría noche, David no conseguía dormir, así que se sentó frente la chimenea a escribir con su pluma. Comenzó a escribir una pequeña historia, una historia que acaba de empezar, y que aún no sabe cuando acabará...

Esta historia será un viaje, un viaje a través de experiencias vividas, sueños, ilusiones y anécdotas, historias...

La pequeña gran historia de su vida.

Esta pequeña historia ya ha comenzado, bienvenidos, y espero que os guste.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Más que palabras.


"Hola.

Llevaba tanto tiempo intentando decirte lo que vas a leer a continuación, que aún no me creo que me haya decidido a hacerlo. Como habrás comprobado en tanto tiempo que hace que nos conocemos, no es que se me dé muy bien expresarme con las palabras la verdad, y bueno, creo que esta es la mejor manera de hacerlo.

Hace unos cuantos años que siento un inmenso vacío en mi interior, que no podía llenar de ninguna manera, un vacío que no podían ocupar ni mis mejores amigos, ni mis seres queridos, ni nada en el mundo, hasta que descubrí que ese vacío conseguía taparlo un sentimiento capaz de hacer que el hombre sea capaz de mover cielo y tierra, de pasar noches enteras sin dormir, días sin comer, y horas y horas con el corazón a mil por hora. La sensación de amar a alguien, de que ese alguien lo es todo para tí y que no existe nada más aparte de aquella persona, que darías tu vida sólo por poder estar junto ella.

Este sentimiento es de los más fuertes que existen, y es capaz de hacerte sentir el ser más afortunado del mundo cuando eres correspondido y la otra persona siente lo mismo que tú, pero también puede destrozar el corazón de cualquier persona cuando ese amor que sientes no es correspondido por la otra persona.

La primera vez que me enamoré me ocurrió todo lo que anterior nombraba, y todo marchaba bien, éramos felices, nos queríamos, hasta que un día todo acabó con un: "Lo siento Manu, esto no funciona..." ¿Cómo que no funcionaba? ¡Si era el hombre más feliz del mundo!

Y así, como aquella primera vez, muchas otras fueron sucediendo, y tras largos períodos en los que tocaba fondo y me sentía hundidoy desgraciado, cuando por fín me recuperaba, volvía a caer de nuevo en el mismo error. Otra chica aparecía y vuelta a empezar de nuevo.

De pronto, llegó un punto en el que mi corazón dijo basta, y, repleto de cicatrices de antiguas heridas aún sin cerrar por completo y de todo el dolor por el que había pasado los dos, nos prometimos los dos que nunca jamás se volvería a repetir, no queríamos saber nada de aquello que le gente llamaba amor.

Y pasaron los años, y misteriosamente, aquel vacío que solo el amor podía llenar, poco a poco fue empequeñeciéndose hasta cerrarse por completo y aquel vacío desapareció.


Pero todo cambió un día, cuando me bajé al bar de mi mejor amigo a tomarme la cerveza de todas las tardes, y te ví. Al principió no sentí nada en particular, pero cuanto más te miraba menos podía aguantar sin mirarte, así que, temiéndome lo peor, me fuí del bar enseguida y al llegar a casa, noté un extraño dolor en el pecho, un dolor que era extraño a la par que familiar, aquel vacío que el tiempo había conseguido cerrar, se había vuelto a abrir.

Aquello resultaba extraño, porque durante todos esos años, había mantenido relaciones de pareja con varias mujeres, y a pesar de serchicas que valían la pena, no llegué a sentir nada por ellas.

Pasaban los días y aquella sensación que ya había tenido hace años, había vuelto y se estaba transformando en algo más fuerte que todo lo que había vivido en toda su vida hasta aquella tarde.

"Quizá he vivido equivocado durante todos estos años... quizá esto sea realmente aquello a lo que llaman amor..."



Y han pasado los días, los meses...casi un año ya de aquella tarde, en la que gracias a tí descubrí que había estado equivocado. Y me tienes aquí, escribiendo esta carta que ni yo sé muy bien lo que significa...

Mientras la lees seguramente ya estaré lejos de aquí, sin saber a dónde ir ni dónde meterme, sin esperar siquiera una respuesta, solamente sentado en algún lugar, contemplando la quietud del silencio en otra noche muy larga, como lo son todas.

Porque las noches sin tí, son noches sin fin."

3 comentarios:

  1. Hola Víctor!

    ¿Te acuerdas de mí?

    Aunque no lo creas, me paso a menudo a ver si has escrito algo nuevo. Y la verdad, me alegro de ver dos capítulos nuevos después de bastante tiempo.

    Espero que te vaya todo genial, y que sigas escribiendo.

    Un beso Víctor.

    ResponderEliminar
  2. Victor!!! deberias abrir un gadget de seguidores! que yo me apuntaria xDD

    Echale un ojo a mi blog que ayer lo estrene:

    http://siadislex.blogspot.com

    Salud!

    ResponderEliminar

¿Te ha gustado? Pues comenta!