Una fría noche.

Una fría noche, David no conseguía dormir, así que se sentó frente la chimenea a escribir con su pluma. Comenzó a escribir una pequeña historia, una historia que acaba de empezar, y que aún no sabe cuando acabará...

Esta historia será un viaje, un viaje a través de experiencias vividas, sueños, ilusiones y anécdotas, historias...

La pequeña gran historia de su vida.

Esta pequeña historia ya ha comenzado, bienvenidos, y espero que os guste.

viernes, 6 de marzo de 2009

La nevera.

Un yogur caducado, un limón, una lata de aceitunas rellenas casi vacía y una botella de agua. "Mierda", pensó David. Otra vez más, había olvidado hacer la compra.

David poseía una gran memoria, recordaba miles de escenas, de datos, de lugares, de cosas que había vidio o simplemente sabía. Cosas del pasado. Pero en el presente eso era otra cosa. Un tipo olvidadizo, olvidaba cosas que debía hacer al día siguiente, tareas, y todo tipo de cosas. Eso le había llevado en más de una ocasión a problemas, pero no podía remediarlo, él era así.

David recorrió el pequeño pasillo que unía la cocina con el salón, resignado por su falta de memoria. Resignado y hambriento, que aún era peor.

Una vez ya en el salón, recorrió con la vista la habitación; estaba llena de objetos y de cacharros, cosas que de una manera u otra, le ayudaban a mantener vivo ese recuerdo de lo que simbolizaban.

En la habitación reinaba la armonía, a pesar del gran desorden que había en las mesas o en el gran armario que ocupaba un puesto privilegiado junto a la chimenea.

El salón era el lugar favorito de la casa para David, en ella pasaba la mayor parte de su tiempo cuando estaba en casa. Le gustaba pasarse allí horas y horas, mirando al fuego, como aquella noche.

1 comentario:

  1. Me he algegrado al ver que había una nueva entrada, todos los dias paso una o dos veces y ya se echaba de menos.

    Suerte con las demás entradas, yo intentaré estar siemre aquí para leerlas.

    Un beso

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